1 de febrero de 2012

Uno de los grandes, de los mas buenos.

Se ha ido, Pablito. Ese señor que da gusto conocer. El que siempre que te ve pregunta: ¿que tal mi niña?, con una sonrisa de oreja a oreja. Él. El que me daba esos caramelos de café que tanto odio pero que me los comía con tal de que en su cara hubiera una sonrisa. Sobre todo me acuerdo de cuando jugaba a la play con mis primos y jugabamos al pro. Claramente siempre me cogia al R.Madrid, pero como mis primos tenían practica, pues siempre perdía. Y él como no, me defendía, me apoyaba y celebraba mis goles.
Eso era para mi, un abuelo más.
Siempre estarás en mi corazón, Pablito, siempre.

Paula.

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