He perdido las ganas de hacer cosas, de avanzar. He perdido las ganas de salir a la calle, de disfrutar del paseo y de la gente.
Pero lo que más me inquieta es que he perdido la visión que tenía de mi misma. Me he alejado de mucha gente porque no tengo fuerzas para malos entendidos ni para que me hagan feos.
Sigo sin superar que mi estrella se fuera y cada día que pasa más miedo me da y más triste me pone que pueda llegar un momento en el que Simón no esté.
Tampoco me siento bonita. Por eso ya no me hago fotos, total, las pocas que hay las acabo borrando porque no me gustan.
He dejado de escuchar música porque me pone triste. Sí, hasta las canciones más alegres me ponen triste.
No le encuentro mucho sentido a nada, ni a trabajar ni a la vida en general. Me abruma vivir.