La búsqueda continua de la solución a la ecuación que me plantea tu mirada, esa incógnita en tu movimiento de pupilas que me hace dudar si de verdad te rendiste a Cupido.
Créeme que no te miento cuando te digo que ya no quiero huellas que no sean las de tu piel y que me he convertido en la adicta de palabras esclavas al sentimiento. Joder, podría poner cien sentimientos por palabra, como el imparable movimiento de mis palpitaciones cuando sé que andas cerca.
Después de todo: de tantas habladurías y versos vacíos, de tardes rodeada de gente pero completamente sola; me he dado cuenta de que cada vez se reducen más las cosas que necesito.
Porque me he convertido en la drogadicta de tu esencia, cinco veces cayendo en el mismo error de esperar algo más de lo que el guión trae escrito. Las putas expectativas que no hacen nada más que hacerme quererte más, cada día, cada segundo, cada respiro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario