No existen los imposibles porque para mi es realidad lo que los demás llaman utopía.
Descubrimos que los mejores sueños se tienen despiertos.
No te conozco, no del todo, y además eso es lo que más me gusta porque cada día tengo que descubrir una nueva manía de las tuyas.
A nosotros nunca nos quedará París, pero te prometo que estos brazos y esta sonrisa intentarán compararse algún día.
Te digo que la vida es una putada, pero que, al menos, quiero que estés conmigo.
PD: no son los labios quienes echan de menos los besos, si no los besos quienes extrañan tus labios.
Algunos lo llaman ''amor'', pero yo le he puesto tu nombre.