Luisito.

Pequeñajo, por aquí ya se te echa de menos. En el barrio faltan tu sonrisa y tus trastadas. Nos has dejado mucho dolor en el cuerpo.
¿Y ahora yo que voy a hacer? Tenía pensado contratarte como DJ para mi cumpleaños, al estilo Carlos Jean. Seguro que lo harías genial.
¿Que tal te va por ahí arriba? Seguro que ya le has organizado alguna a algún ángel jajaja.
Solo quiero que seas feliz ahí arriba, que aunque tengas cola de demonio eres un auténtico ángel, que nunca te vamos a olvidar y mucho menos tu padre, ni tu tía, ni tu prima recién nacida.
Gracias por todos esos momentazos que nos has dado desde que eras muy pequeño. Gracias por darme un abrazo cada vez que podías.
Eres enorme, inmenso.
Por eso, no te sueltes nunca.