Hablo de mi mascota, de mi perrito, de mi rayo de luz. Hablo del ser más bueno, cariñoso, simpático y adorable que hay sobre la faz de la Tiera. Hablo de Simón.
No me cansaré nunca de darle las gracias a todos los que hicieron posible que llegaras a mi vida para quedarte y llenarla del amor, del cariño y de la comprensión que necesitaba.
Mucha gente piensa que estamos locos los que tratamos a los animales como hijos, pero es que para mi eres ese ser que me hizo tener más conciencia y más responsabilidad e hizo que me diera cuenta de todo el inmenso cariño que le tenía guardado a alguien tan especial como tú.
Tuvieron que pasar 16 años hasta que llegaste, pero la espera mereció la pena porque gracias a ti se me pasó la tristeza en ciertos momentos, aprendí a quererte, a cuidarte y a mirar por ti antes que por mi misma, comprendí que lo más grande se encuentra en cuerpos pequeños, y entendí que cuando es amor puro como el que te tengo, lo es desde el principio hasta el final.
Me has enseñado que hay ciertos amores que son incondicionales e infinitos, y creeme si te digo que el que siento por ti es para toda la vida.
Gracias pequeñito.
Te adoro.